lunes, 23 de marzo de 2015

                                                                 Santiago de Chile; 23 de marzo del 2015



Querido hijo:

Te escribo esta carta con mucho cariño para contarte una experiencia de mi vida que se que mas adelante te servirá muchísimo en tu futuro. Esto sera un gran consejo para que aprendas en no dar la mano a cualquier persona.

Cuando tuve 15 años, pude lograr un gran proyecto en mi liceo donde estudiaba que era formar un periódico escolar para informar a los estudiantes de cosas que pasan afuera y adentro del establecimiento. La cosa es que este proyecto lo estuve formando desde primero medio, cuando recién había cumplido 14 años. Mi idea era que el liceo mejorara en términos informativos para que ningún alumno quedara fuera de las pequeñas cosas que deberían saber. Al principio no tuve mucho ayuda que digamos, pero yo solo fui creando esta gran idea, la cual durante mi camino se atravesaron muchas dificultades con personas que querían verme en el suelo, pero obviamente tu padre no dejo hacer tal cosa, con lo que seguí con mi idea

Una vez llegó un nuevo director al liceo, donde su propósito fue escuchar a todo estudiante que tenia algún proyecto en mente y hacerlo realidad, con lo que me metí entremedio de esos proyectos, pero claro al principio tenia mucho miedo de ser rechazado, cosa que no fue así, porque al director le interesó mucho mi proyecto y junto con otras personas que eran inspectores y profesores me ayudaron, y mi proyecto fue enviado a una fundación que tiene mucha plata, así que al cabo de dos largos meses recibí una carta en el liceo donde adentro del sobre, había un cheque con diez millones de pesos. Me sentía muy feliz, así que le pase esa plata al director para que el comprara todos los materiales para arreglar alguna sala que este en mal estado y que esa sea la sala del periódico escolar.

Lo peor de todo eso fue que al cabo de tres meses, llegaron las malas noticia. El director, los inspectores, y los profesores se iban a cambiar a otro establecimiento, pero yo no me sentía triste, pero lo que sí es que me preocupe mucho cuando las cosas para la sala no habían llegado, pero para mayor sorpresa, todas esas personas que me ayudaron, se fueron con todo el dinero en los bolsillos. Se rieron en mi cara, me dieron la espalda, y en ese momento querido hijo, mi vida se arruinó, porque todos mi sueños los echaron abajo, hasta el suelo, quedando en la tierra todo empolvado. Llegue a tal extremo que empese a insultar a tus abuelitos, a tus tíos y a todo familiar que te quiere mucho querido regalón mío. Estaba muy enojado.

Con el paso del tiempo, un tío tuyo me ayudo a reanimarme para seguir adelante, me hizo hacer muchas cosas que eran muy divertidas como interactuar con la naturaleza, ayudar a otras personas, pedir disculpas a la familia para poder sentirme mejor y funciono mucho, porque yo llore mucho y toda esa pena me sirvió para aprender que en la vida con hay que confiar en todos, las personas pueden ser buenas por fuera, pero por dentro soy muy pero muy malas, así que mi chiquitín quiero que esto te sirva mucho en la vida, si tu algún día quieres hacer algo, hacelo pero nunca confíes en las personas que te quieren hacer daño, son personas que le gusta dañar a los demás para ellos sentirse bien, y tu sabes que puedes confiar en mí, porque yo nunca te abandonare, porque tu eres la razón por la que yo estoy en este mundo y yo te amo mucho mucho mucho hijo mio, así que espero que te ayude mucho esto y recuerda que estoy siempre para ti.

Se despide con mucho amor
                                                    tu papá.  


PD: No dejes que ningún otra persona lea esta carta.




sábado, 21 de marzo de 2015

Hola, mi nombre es Luis Ángel Nicolás Pinto Moreno y la historia de mi vida que tengo hasta ahora no sé si será de un buen agrado para ustedes o una tristeza que estaré entregando, pero todo quedara a su opinión lo demás serán palabras que saldrán de mis manos.


Yo no me acuerdo que paso cuando nací, lo único que sé es que mi mamá me dio a luz un jueves 25 de junio de 1998, lo que desde ahí empezó mi vida como una larva que será pisoteada por los demás. Cuando tenía 4 años había entrado al jardín infantil lo que llevo a que fuera la burla de todos los niños porque todos los días lloraba aunque no sabía porque, pero a mi parecer creo que ellos necesitaban llamar la atención para poder estar en la casa viendo monitos, que se yo, total cuando pase un año en esa cárcel la cual estaba desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde, una tortura porque yo quería estar con mis padres y viendo los caballeros del zodiaco que era el mejor anime que eh podido ver ya que Dragon ball Z no tenía tanto sentido, en fin cuando Salí del jardín yo pude haber quedado repitiendo por inmaduro, a pesar de que yo hacia todas mis tareas, pero bueno, igual pase. Al tiempo después, mi mamá me matriculo en un kínder de lenguaje a los 5 años, cosa que me ponía triste porque era una gran distancia desde mi casa hasta el kínder, aunque no me acuerdo mucho de lo que viví allí, se podría decir que una vez, un compañero que estaba sentado al lado mío me estaba molestando, con lo que yo le saque punta a mi lápiz mina y se lo enterré en la cien, yo me reí muchísimo cuando le veía correr la sangre por toda su cara, pero cuando oí un grito de una compañera, yo me asuste ya que ella me fue a acusar y yo me puse a llorar, pero por suerte mi compañero no le había pasado nada grave, aunque no niego de que hubiera sido genial de que se haya muerto en ese instante.

Lo peor que me pudo haber pasado en la vida es haber entrado a la enseñanza básica, porque fue la tortura mas grande que eh podido tener hasta ahora. Tener que sufrir 8 años seguidos de bullying es algo con lo que uno no podría soportar, pase cosas que se que mas de alguno debe haberla vivido, ser pisoteado por los demás, aguantar golpes tras golpes durante  2400 días con lo que es la suma de 8 años, en fin por algo pasan las cosas, talves el divino me puso a prueba para ver cuanto puedo llegar a soportar sufrimiento tras sufrimiento, estar solo sin que nadie te ayude, buscando medios para ser salvado, pero nadie fue capas de hacer tal cosa, me sentí solo mucho tiempo, aunque no niego que cuando estaba en octavo básico, me dí cuenta de que tan asquerosa es la vida, pero a la ves hermosa, porque pude conocer verdaderos amigos que hasta el día de hoy tengo, en la que puedo confiar, que nunca nos apuñalaríamos las espalda a pesar de que hemos tenido malos momento.

La verdad nunca pensé que lo mismo que había pasado en la básica, me pasaría tal cual en la enseñanza media pero de forma brutal, de forma que uno llega a tal punto en la que uno explota de locura, odio, sufrimiento, rabia, y derramar lagrimas tras lagrimas, ser el punto fijo de los demás, pero eso no quiere decir que no tuve ayuda, como no recordar a ese curso, el que eran mayores que yo, pero me sentía acogido por ellos, algo que nunca en mi vida olvidare, sin embargo al que jamas pero jamas dejare a un lado, sera a mi profesor Juan Rodrigo Millán Pozo, ese profesor es muy chevere, en el encontré un cariño muy parecido al de mis papás, el siempre estuvo ahí conmigo, yo lo quiero demasiado, aunque las cosas de la vida tendrían que llegar al limite. Yo intente suicidarme, si no fuera por verdaderos amigos que tuve en ese liceo, yo no estaría escribiendo esto, lo que mas da risa es que llego el momento en que debía sacar mi lado oscuro, un sujeto que es capas de hacer de todo con tal de hacer el bien; era el momento de la venganza contra todos aquellos que me hicieron sufrir, estaba tan paranoico que no me daba cuenta de lo que estaba haciendo, pero si que era divertido todas esas ideas que tenia en mi cabeza. En fin pienso que con esto se darán cuenta de que soy una persona como todos, que solamente quiero lo mejor de uno, soy un niño inocente de 16 años.